Vistas desde fuera, los bancos y entidades de ahorro y crédito son muy parecidas. Ambas ofrecen cuentas corrientes y de ahorros, instrumentos financieros tales como CD y cuentas especializadas y el resto de los servicios que se esperan y conocemos. Usted puede en ambas hacer sus gestiones a través de un cajero en ventanilla sin salir de su auto, o parar en cualquier sucursal bancaria, depositar sus cheques o sacar dinero y ocasionalmente, puede reunirse con el personal del banco para hablar de sus necesidades financieras. Ambos bancos y entidades de ahorro y crédito también ofrecen tarjetas de crédito, tarjetas de débito, prestamos, e hipotecas.
Fundamentalmente, un banco es una compañía que guarda su dinero y lo utiliza para crear beneficios invirtiendo ese dinero o prestándolo a otros clientes. Cuando usted hace un depósito o compra un instrumento bancario, usted esencialmente está prestándole dinero al banco. El banco le paga a usted con un interés por el préstamo, pero la razón de interés puede variar muy ampliamente dependiendo del banco y de la manera que usted deposita el dinero en ese banco. Una vez que el banco tiene el dinero de usted, el banco lo presta a otros clientes y lo invierte, así es como los bancos hacen su dinero.
Aunque su experiencia con una entidad de ahorro y crédito puede que sea muy similar, la estructura y el razonamiento de detrás de la escena es muy diferente. Algunos de los detalles pequeños- como el llamar a una cuenta corriente una “participación o acción bancaria” o a clientes “miembros”, muestran algunas de las diferencias. Las entidades de ahorro y crédito son diferentes a los bancos. Cuando usted deposita su dinero, usted está comprando acciones de la compañía. En lugar de ser un cliente, usted es un miembro propietario parcial: por eso es que su cuenta se llama una “acción”. No existe una junta directiva ni un interés corporativo que controle las elecciones de la entidad de ahorro y crédito puesto que los miembros están de acuerdo con todo. Incluso los ejecutivos y directores son voluntarios, elegidos por votación.
Mientras que no hay una respuesta corta a cual es mejor un banco o una entidad de ahorro y crédito, usted debería preguntarse cual es la que mejor opción es para usted. Vive usted de sueldo a sueldo? Si su contestación es que sí, a lo mejor le convendría más la simplificación de ir con un banco grande que puede responder rápido a sus necesidades. Si usted está intentando aumentar sus ahorros, a lo mejor tiene más sentido que se “page a usted mismo” utilizando una participación bancaria que no sea fácil de accederse y que generalmente tiene una mayor tasa de rendimiento.