La bancarrota del Capítulo 11 es un tipo de bancarrota que permite a una empresa reorganizar sus deudas y operaciones comerciales en un esfuerzo por volverse financieramente estable. Es una opción común para las empresas que están luchando pero quieren seguir operando, a diferencia de la bancarrota del Capítulo 7, que implica la liquidación de los activos de una empresa para pagar las deudas.
Para tener éxito en la bancarrota del Capítulo 11, las empresas deben seguir varios pasos. Estas son algunas consideraciones clave:
- Desarrollar un plan para la reorganización: una empresa que entra en bancarrota del Capítulo 11 deberá desarrollar un plan para reestructurar sus deudas y operaciones. Este plan debe basarse en un análisis exhaustivo de la situación financiera de la empresa, incluidos sus activos, pasivos y flujo de efectivo. El objetivo es crear una estructura financiera sostenible que permita a la empresa continuar operando y eventualmente salir de la bancarrota.
- Busque el apoyo de las partes interesadas clave: la bancarrota del Capítulo 11 requiere la participación de una serie de partes interesadas diferentes, incluidos acreedores, accionistas y empleados. Es importante que una empresa trabaje en estrecha colaboración con estos grupos y busque su apoyo para el plan de reorganización. Esto se puede lograr a través de negociaciones y compromisos que aborden las preocupaciones y necesidades de todas las partes. Los acreedores pueden votar sobre un plan, por lo que el plan debe ser lo suficientemente persuasivo para convencer a los acreedores de que lo apoyen (o al menos no voten en contra).
- Siga las pautas establecidas por el Síndico de los Estados Unidos: El Síndico de los Estados Unidos es responsable de supervisar la administración de los casos de bancarrota, incluidos los casos del Capítulo 11. Las empresas en bancarrota del Capítulo 11 deben seguir ciertas pautas establecidas por el Síndico, como presentar informes periódicos sobre su situación financiera y el progreso hacia la reorganización. Estos informes son críticos, porque son evidencia de la capacidad de la empresa para reorganizarse.
- Considere la opción de bancarrota del Subcapítulo V: en 2020, la Ley de Reorganización de Pequeñas Empresas introdujo un nuevo subcapítulo de bancarrota del Capítulo 11, conocido como Subcapítulo V, específicamente para pequeñas empresas. Esta opción permite a las pequeñas empresas reorganizar sus deudas y operaciones de una manera más rápida y eficiente que la bancarrota tradicional del Capítulo 11. Para ser elegible para la bancarrota del Subcapítulo V, una empresa debe tener deudas de menos de $2,725,625 (recientemente aumentadas a $7,5 millones) y debe pasar una prueba de “buena fe”.
En resumen, las empresas que ingresan al Capítulo 11 de la bancarrota deben desarrollar un plan integral para la reorganización, buscar el apoyo de las partes interesadas clave, seguir las pautas establecidas por el Síndico de los Estados Unidos y considerar la opción de la bancarrota del Subcapítulo V si son elegibles. Al tomar estos pasos, las empresas pueden aumentar sus posibilidades de éxito en la bancarrota del Capítulo 11 y salir del proceso en una posición financiera más sólida.
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