Muchas personas que se declaran en bancarrota lo hacen porque están siendo demandadas. Pero, ¿eso realmente ayuda o es demasiado tarde?
Los acreedores a menudo presentan demandas para ayudarlos en el proceso de cobranza. Cuando se le debe dinero a un prestamista y no se cumplen los términos de pago, surge una causa de acción. Esa causa de acción puede resultar en una demanda presentada por el acreedor contra el prestatario, todo con el propósito de ayudar al acreedor a cobrar la deuda que se le debe.
Ser demandado comienza con la presentación de una petición. La petición debe notificarse a la parte demandada, y la notificación de la petición incluye una citación. Una petición y una citación notifican al prestatario que se ha presentado una demanda en su contra y que ahora tienen una comparecencia ante el tribunal. A menudo, en este punto, los prestatarios indagan sobre las opciones disponibles en caso de bancarrotas.
El proceso de bancarrota, en general, ayuda a los deudores a gestionar su deuda. Esto puede incluir cancelar o deshacerse de deudas o alterar los términos de pago en pagos más manejables. En cualquier caso, una de las formas en que el proceso de quiebra logra esta tarea es deteniendo toda actividad de cobranza y esto incluye juicios.
La presentación de un caso de bancarrota detiene el proceso de la demanda sin importar en qué parte del proceso se encuentre. Ya sea que una demanda esté a punto de ser presentada o ya haya dado lugar a un fallo, la declaración de quiebra detiene esa demanda. Este es un aspecto importante y poderoso del código de bancarrotas. Permite a los prestatarios la oportunidad de detener las acciones de cobranza que de otra manera podrían resultar en un embargo. Por lo tanto, ser demandado no significa que sea demasiado tarde para buscar ayuda; sin embargo, es una buena indicación de que es hora de buscar ayuda.
